Dilian demanda por falso testimonio


Ahora el caso de Dilian recobra vigencia por cuenta de una denuncia que, desde su reclusión, interpuso contra el coronel retirado Juan Carlos Meneses, el mismo que habló, desde Argentina, de los presuntos vínculos del hermano del expresidente Álvaro Uribe con las AUC.


Fuente: Revista Semana, 05 de mayo de 2013



Desde el centro de reclusión donde se encuentra en Bogotá, la exsenadora Dilian Francisca Toro sigue dando la batalla para convencer a las autoridades de que ella no es culpable del delito de lavado de activos derivado de la compra de varias propiedades en el Valle, en cuya documentación de tradición se encontraron nombres de narcotraficantes.

Una dura batalla porque no sólo la Fiscalía está convencida de ello, sino también la Procuraduría, que hace dos semanas en un concepto enviado al vicefiscal general considera que “la excongresista actuó de manera consiente y conociendo que estaba cometiendo un delito”.

Ahora el caso de Dilian recobra vigencia por cuenta de una denuncia que, desde su reclusión, interpuso contra el coronel retirado Juan Carlos Meneses, el mismo que habló, desde Argentina, de los presuntos vínculos del hermano del expresidente Álvaro Uribe con las AUC.

El testimonio de Meneses fue uno de los tantos que la Justicia tuvo en cuenta para dictarle medida de aseguramiento a la exsenadora. El oficial dijo que la exsenadora, en el 2002, se había reunido con el hermano de Víctor Patiño Fómeque en algún lugar de Valle y que había recibido dinero de él.

Esa afirmación fue suficiente para que la Corte Suprema atara cabos y relacionara a la excongresista con la mafia. A Patiño se le ha mencionado como uno de los propietarios de uno de los bienes adquiridos por Dilian y su esposo a través de la sociedad Ceiba Verde Ltda.

En una entrevista que hace pocos meses le entregó la exsenadora a Semana.com aseguró: “Él (Meneses) dice que en el 2002 yo fui a una finca por Calima con un señor que parecía ser mi esposo, que en esa época era senador. Allí estaba el hermano de Víctor Patiño, quien me habría entregado un paquete, al parecer, con plata. Pregunto: ¿Si él era mayor de la Policía de Buga en esa época, qué estaba haciendo por allá? ¿Eso quiere decir que él era un delincuente también?”

Añadió Toro entonces que “en el 2007 Meneses apoyaba a un candidato a la Alcaldía de Buga y yo apoyaba a otro, hubo diferencias en esa campaña y mi candidato tuvo problemas con Meneses. En la investigación en mi contra le preguntaron a Meneses que quién podía corroborar mi supuesto encuentro con Patiño, y él dijo que todos están muertos y que sólo un antiguo conductor de la Policía de Tuluá podría corroborar. Ya se contactó al señor y él dice que no es cierto”.

Ahora, en la denuncia penal contra Meneses, la exsenadora le pide al fiscal general que investigue a fondo las declaraciones del oficial, para establecer si está mintiendo para obtener algún beneficio. Meneses se encuentra fuera del país y es un testigo en varios procesos por relaciones de políticos con paramilitares.

“El fin de esta denuncia es que se investigue a fondo a Meneses para que el ente investigador establezca si este testigo presentó dichas acusaciones en mi contra para obtener algún beneficio. Investigar por qué está faltando a la verdad y cuáles son sus intereses, ya que tengo plena convicción de sus mentiras, que son protuberantes y que se reflejan en las múltiples contradicciones en que ha incurrido”.

La denuncia fue instaurada en la Fiscalía, pues esta entidad lleva el proceso contra la exsenadora. Nadie sabe si esta solicitud cambie las cosas, pues el fiscal del caso tiene en sus manos un arsenal de pruebas contra Dilian y su esposo, el exsenador Julio César Caicedo.

Actualmente la excongresista se encuentra recluida en el Centro de Estudios Superiores de la Policía Nacional (CESPO), donde espera el inicio del juicio. Tanto su abogado como ella insisten en su inocencia y no dejan en advertir que en el momento de adquirir esos bienes jamás aparecieron nombres de narcotraficantes o de personas ligadas a ellos. Ahora la Fiscalía tiene la palabra.